Lo que el cine trans nos enseña sobre la sexuación
Un enfoque desde la ética y los Derechos Humanos
Travestis y transexuales estuvieron presentes en el cine casi desde sus inicios, pero la más de las veces, como en la vida real, invisibles a los ojos de los espectadores. Al menos, durante la primera mitad del siglo XX, que nos regaló joyas como el Arlequin et Pierret de Alice Guy (1900), A Woman, de Chaplin (1917), o la versión de Hamlet de Asta Nielsen (1921), en las que los personajes aparecen caracterizados con una sugerente ambigüedad. Tal vez el punto de inflexión fue “Glen o Glenda” (1953), inspirado en la cirugía de cambio de sexo a la que se sometió Christine Jorgens, film que le permitió a Ed Wood realizar su original pieza estética acerca del travestismo, transformada en una obra de culto. Vendría después el cine de Almodóvar, con su deliciosa galería de la diversidad, junto a “El juego de las lágrimas” y otros clásicos que ya integran una verdadera filmoteca, con ciclos especializados y premios en los grandes festivales.
¿Qué nos enseña el cine trans sobre la sexualidad humana? Desde las primeras películas hasta los recientes estrenos de Netflix, este es un recorrido por los modos en que la estética de la diversidad nos ayuda a convivir mejor con nuestro deseo.
Investigación y compilación:
Florencia González Pla (UBA)
Juan Jorge Michel Fariña (UBA)
En colaboración con:
Teresa Rojas Fabre (UAH)
Jaime Barrientos (UAH)
Sobre investigaciones preliminares de:
Margarita Álvarez Villanueva
Jorgelina Belardo
Nancy Blake
Juan Ernesto Brodsky
Irene Cambra Badii
Esteban Costa
Monique David-Ménard
Fabián Fajnwaks
Paul Preciado
Mariana Gómez
Carlos Gutiérrez
Eduardo Laso
Giselle López
Elizabeth Ormart
Santiago Peidro
Mónica Torres
Marisol Martínez
Equipo de tesistas UBA:
Natacha Salomé Lima
Alejandra Tomas Maier
Paula Mastandrea
Florencia González Pla
María Paula Paragis
Sebastián Piasek
Lucía Amatriain
(Alain Berliner, Francia, Bélgica y Reino Unido, 1997)
(Charles Chaplin, 1915)