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Cine trans
El juego de las lágrimas

EL juego de las lágrimas

Si los momentos entre Stephen Rea y Forest Whitaker son notables por la candidez y el afecto, esto se potencia y resignifica con la entrada de Jaye Davidson. Es una figura atrapante, carismática, plena de detalles, que desborda dulzura y emoción pero también tragedia. Hay señales sutiles que Rea no capta con personajes inusuales poblando el club que frecuenta Dill, que con sus dotes de diva introduen una femineidad a flor de piel. Claro, es difícil no enamorarse de alguien así; y, pasado el momento de la verdad, Jordan nos hace trampa y nos muestra el club Metro tal como realmente es, para que finalmente Rea se pueda sacar la venda de los ojos.

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