Trainspotting
El film se basa en la novela homónima de Irvine Welsh, cuyo título hace referencia a un término escocés que significa “buscar una vena para inyectarse droga”. La película transcurre en Edimburgo y narra la vida de cinco jóvenes amigos adictos a la heroína. Uno de sus personajes, Renton, quien oficia de narrador, relata aquellos mandatos sociales que se espera estos muchachos cumplan: Elegir una vida, un empleo, una carrera, una familia, una maldita TV grande… y la lista continúa. Finalmente, Renton señala: “¿Por qué querría eso? Elijo no elegir la vida, elijo otra cosa. ¿Las razones? No hay razones. ¿Quién las necesita si hay heroína?”. Sus dichos resultan sumamente esclarecedores respecto a las características de la hipermodernidad, en tanto la vida se resume en una lista de objetos y mandatos a cumplir. Como respuesta a estas coordenadas de la época, Renton y sus amigos reivindican otro tipo de confianza: confianza en la heroína. Se vislumbra en ellos una característica esencial del verdadero toxicómano: posee una certeza de goce respecto de la sustancia, no hay pregunta al respecto.
Con textos de:
El análisis como camino del “saber arreglárselas” de la adicción a la posibilidad del síntoma por: María Paula Paragis
Recorte cinematográfico: