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Amen

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Amén comienza con una escena pavorosa, ambientada en la Alemania de 1935: por las calles desfilan simpatizantes nazis y desde los muros de una institución para personas con síndrome de Down, los internos se asoman para saludarlos. En el patio interno, una junta médica está clasificando a estos mismos internos para ordenar su exterminio como parte del incipiente programa de Eutanasia. El film  está inspirado de la vida real de Kurt Gerstein, un ingeniero alemán, de religión protestante, que se afilió al Partido Nazi y a las SS, donde alcanzó el rango de  teniente y fue destinado al Instituto de Higiene de las Waffen SS. Al enterarse del programa médico de eutanasia, manifestó su oposición y activó hasta lograr su anulación. Cuando al poco tiempo le informaron de las acciones de exterminio de judíos en los campos de concentración, intentó  nuevamente detener la masacre. Pero en ese caso la sociedad médica no lo acompañó, como tampoco la iglesia, tanto protestante como católica, siendo el propio Papa Pío XII, quien hizo oídos sordos a su prédica. El testimonio de Gerstein fue sin embargo clave en Nuremberg durante el juicio y condena a los médicos nazis. El film contiene una doble denuncia: la de la brutal higiene racial nazi y la del silencio cómplice de la sociedad médica y eclesiástica frente a ella.

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